La higiene bucodental y el cuidado de la salud de la boca son elementos clave en nuestra rutina que debemos mantener para prevenir cualquier complicación de salud y así evitar cualquier trastorno.
Entre las muchas complicaciones que podemos sufrir en nuestros dientes se encuentra la oclusión dental, pero para que no te preocupes antes de tiempo, en este artículo te ofrecemos todas las herramientas para que puedas conocer qué es, cuáles son sus orígenes y cuál es la manera más eficaz de tratarla.
El término oclusión se refiere a la forma de contacto que se produce entre los dientes. En términos estrictamente odontológicos, se refiere a la relación que existe entre los dientes del maxilar ubicados arriba, y los dientes de la mandíbula ubicados abajo, en cuanto a cualquier acción que ejerzan, como masticar.
La oclusión dental es de gran importancia, ya que de ella dependen varios elementos que afectan a la salud de la boca, como lo son los dientes, las encías y la musculatura masticatoria, entre otros.
La principal característica de la oclusión dental se basa en controlar la intensidad de fuerza que ejercen los dientes. Tener controlada la presión de la arcada superior y la arcada inferior nos ayudará a evitar problemas como desgastes o fracturas de piezas dentales, ya que una fricción inadecuada puede provocar esos y otros daños.
Existen tres tipos de oclusión dental: fisiológica o normal, no fisiológica o traumática y óptima o terapéutica.
Los orígenes de la oclusión mala o deficiente tienen que ver con múltiples factores que podemos considerar y tener cuenta para evaluar nuestro caso. Veamos cuáles pueden ser: los que tienen que ver con motivos genéticos y/o hereditarios que afecten de forma crónica al paciente; cuando se padece bruxismo; debido a la ausencia de piezas dentales que favorece a la mala oclusión; por el uso de prótesis dentales que no se han adaptado de forma correcta.
Es importante saber que, en caso de dentaduras con prótesis sobre implantes o prótesis sobre dientes, es vital tener un estrecho control sobre la oclusión a fin de poder minimizar el impacto de la fuerza que va a recibir el implante colocado, de esta forma lograremos que esta reconstrucción dental dure el mayor tiempo posible y sin inconvenientes.
Otro motivo puede ser algún mal hábito como hacer presión innecesaria con la lengua, usar chupete durante mucho tiempo o chuparse el dedo cuando se es pequeño.
Más allá del origen, sugerimos que consultes a tu odontólogo o pidas una cita con nosotros, a fin de resolver todas tus dudas sobre este y otros temas.
En la mayoría de los casos que se presentan problemas de alineación de los dientes, una consulta odontológica de rutina podrá ofrecernos información sobre nuestro caso en particular. En esta situación, tu odontólogo podrá tirar de tu mejilla hacia afuera y pedirte que muerdas hacia abajo con el fin de comprobar el ajuste de toda la dentadura y sobre todo de los dientes posteriores. En caso de ver alguna disfunción, el profesional te derivará a un ortodoncista para que haga un diagnóstico y te proponga el tratamiento más adecuado.
Adicionalmente, se pedirán exámenes y estudios como pueden ser radiografías dentales de la cabeza o faciales, lo cual dará un panorama más completo y exacto para el diagnóstico del problema que padeces.
En la oclusión dental ideal o correcta podemos observar que las piezas dentales de la arcada superior cubren de forma muy ligera los dientes de la arcada inferior, logrando que estos permanezcan un tanto ocultos en la zona anterior de la cavidad bucal.
La posición correcta según el tipo de diente es:
La posición idónea para los caninos superiores es sobreponerse como máximo un tercio del espacio encima de los caninos de la arcada inferior. En este caso, será sobre la parte que une el canino con el premolar de la arcada inferior. De igual manera, habrá la misma distancia entre el canino superior y el canino inferior con el premolar correspondiente.
En cuanto a su posición, los dientes incisivos de la arcada superior deben superponerse sobre los incisivos de la arcada inferior y taparlos levemente en un tercio como máximo de la corona de los inferiores.
En relación con el espacio que separa los incisivos superiores, este debe coincidir con el que separa a los incisivos de la arcada inferior.
En cuanto a los molares, los molares superiores deben estar en contacto con los molares inferiores y a su cara interdental, exceptuando al último molar y distal. Los molares superiores deben sobrepasar en una pequeña proporción a los inferiores. Por otra parte, las arcadas superiores e inferiores deben estar perfectamente alineadas, sin la existencia de irregularidades en los espacios ni con dientes apiñados.
El tratamiento para la oclusión dental debe ser realizado bajo la supervisión y la recomendación de un profesional de la salud. El odontólogo evaluará cada caso para poder ofrecer un diagnóstico acertado según la particularidad a tratar. De todos modos, en términos generales hay tres soluciones en las que se puede empezar a pensar para un tratamiento y son las siguientes:
Todas estas evaluaciones deberán ser consideradas por un odontólogo, ya que no son tratamientos que se puedan indicar sin un adecuado cuadro médico.
La oclusión dental no siempre se puede evitar ni admite precauciones previas. Sin embargo, se pueden tener en cuenta algunas actuaciones que favorecerán la salud bucodental. En este sentido, es importante prestar atención y cambiar algunos hábitos incorrectos, como chuparse el dedo pulgar cuando somos niños o el acto —muchas veces involuntario— de empujar la lengua hacia adelante entre los dientes superiores e inferiores. Estas son algunas conductas a erradicar para así evitar futuros problemas de oclusión dental.
Si tienes dudas sobre este tema o quieres realizar una consulta sobre algún problema bucodental, en la Clínica Dental Crespí & Gandía estaremos esperándote para ofrecerte la mejor solución.